Los esquemas Ponzi de criptomonedas costaron US$7800M a las víctimas en 2022

La principal conclusión de un informe publicado el miércoles por la empresa de análisis de blockchain TRM Labs es que los ciberdelincuentes han dejado de lado a bitcoin y se han pasado a otras criptomonedas.

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Si bien los precios de las criptomonedas han bajado en los últimos dos años, las ganancias de los estafadores y hackers no lo hicieron, según mostró el Informe Elicit Crypto Ecosystem. Los esquemas Ponzi de criptomonedas lograron extraer al menos US$7800 millones de las víctimas en 2022. En general, más de US$9000 millones en criptomonedas se han enviado a direcciones asociadas con varios fraudes y estafas en 2022, incluidos los esquemas Ponzi. Estos fraudes utilizaron con mayor frecuencia USDT basada en la blockchain de Tron.

Varios exploits de finanzas descentralizadas (DeFi, por sus siglas en inglés) aportaron a los hackers US$3700 millones, incluidos US$2000 millones robados de puentes entre cadenas. Además, alrededor de US$1500 millones fueron a parar a marketplaces de la darknet que venden drogas ilegales, según TRM.

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Para cubrir sus huellas, los delincuentes de criptomonedas recurren cada vez más al llamado salto de cadena, en el que mueven el dinero de una blockchain a otra para que sea más difícil rastrear los fondos. Como resultado, la participación de Bitcoin en tales delitos disminuyó del 97% en 2016 al 19% en 2022, escribió TRM.

“En 2016, dos tercios del volumen de hackeo de criptomonedas fue en Bitcoin. En 2022, representó poco menos del 3%, mientras que Ethereum (68%) y Binance Smart Chain (19%) dominaron el terreno”, según el informe. TRM también descubrió que bitcoin ya no es la moneda preferida para la financiación del terrorismo, sino que ahora USDT en la blockchain Tron está liderando ese mercado. La criptomoneda es especialmente popular entre ISIS y sus seguidores en Pakistán y Tayikistán, dijo TRM.

Sin duda, bitcoin y tether (USDT) se encuentran entre las criptomonedas más populares y con mayor liquidez, lo que las convierte también en un método de pago preferido para muchos casos de uso ajenos a la delincuencia.

En algunos rincones del submundo criminal, bitcoin sigue siendo el líder, por ejemplo, en los mercados rusos de la darknet que dominan el sector (80% del mercado) y aceptan bitcoin en su mayoría solo como pago por drogas y otros productos ilegales. Los grandes marketplaces occidentales de este tipo suelen aceptar también monero, pero su participación en el conjunto de la economía de la darknet es mucho menor, agregó TRM.

Los sitios web que ofrecen fotos y vídeos pornográficos de menores (conocidos como material de abuso sexual infantil o CSAM, por sus siglas en inglés) recibieron nada menos que US$3,32 millones en 2022. Sin embargo, más de dos tercios de esos fondos no terminaron en vendedores reales de CSAM, sino en estafadores que vendían acceso a contenidos inexistentes, según TRM.

Artículo editado por Jeanhee Kim y traducido por Natalia Paulovsky.