Cómo es el auge de las criptomonedas en las finanzas regenerativas

Cuando la sociedad se quebró, el pueblo dio un paso al frente. Esto es lo que Manuel Alzuru observó en 2020 durante las profundidades de la pandemia del covid cuando se mudó a Barcelona. Y justo había caído en las garras del covid. “Y no había ayuda”, dice ahora Alzuru. “Todos los hospitales y las clínicas estaban completamente colapsados”.

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Pero, entonces, Alzuru notó algo en su edificio. Algo sorprendente. Algo incluso maravilloso. La gente había pegado papelitos en la puerta principal del edificio que decían cosas como: “Los vecinos del quinto piso necesitan medicina” o “El vecino del tercero necesita alimentos”. Luego, Alzuru vio notas parecidas en otros edificios y se dio cuenta de que el gobierno había fracasado, pero que los vecinos se habían dispuesto a hacer lo correcto.

A Alzuru le encantó el espíritu de esta generosidad, pero le sorprendió que no existiera un sistema más estructurado para coordinar la ayuda. “Fue muy loco saber que hay aplicaciones para mostrar el trasero y los músculos [como las aplicaciones de citas], pero no existen aplicaciones para ayudarnos entre todos”.

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Por eso, creó FightPandemics, un portal online que conecta a las personas que necesitan ayuda con aquellas que desean ofrecerla. Pero, luego, llevó la idea un paso más lejos. Alzuru ya había incursionado en la Web3, al colaborar con algunas de las primeras organizaciones autónomas descentralizadas (DAO, por sus siglas en inglés), así que decidió lanzar un proyecto llamado DoinGud, que comenzó como un marketplace de NFT que utilizaba las ganancias para financiar causas benéficas. Hoy en día, es un ecosistema destinado a financiar causas nobles.

“La idea es unirnos en todo el mundo y que empecemos a decidir qué es lo que está creando impacto”, afirmó Alzuru, con una energía positiva en su voz. “En lugar de depender de los gobiernos, nos juntamos y nos organizamos nosotros mismos”.

DoinGud es uno de los tantos proyectos de finanzas regenerativas (ReFi, por sus siglas en inglés), las cuales pueden considerarse como una contraposición a la cultura “Degen”, como se dice en el juego degenerativo. A los “degens” les interesa hacer dinero con las criptomonedas, mientras que los regens quieren hacer el bien. Imagina despojar a la Web3 de su especulación de precio y enfocarse únicamente en el impacto social.

“Yo pienso en las finanzas regenerativas como un sistema que incrementa su capacidad de recursos con el tiempo”, aseguró Kevin Owocki, ingeniero informático y una de las principales voces de las ReFi. Owocki es el cofundador de GitCoin —plataforma que utiliza criptomonedas para financiar proyectos de código abierto— y autor del libro “Greenpilled: How Crypto Can Regenerate the World”, que puede pensarse como una especie de manifiesto de las finanzas regenerativas.

Para Owocki, las ReFi son una manera de reponer los “bienes públicos” y pueden adoptar diferentes formas. “Nosotros no queremos solo regenerar nuestras billeteras”, dijo. “Queremos regenerar nuestro capital material, nuestro capital cultural, nuestro capital intelectual, nuestro capital espiritual”.

Sin embargo, el alcance de las ReFi sigue siendo un poco borroso y está en debate. “No creo que sea algo que esté muy bien definido”, señaló Paul J. Dylan-Ennis, profesor en University College de Dublín, que estudia a las criptomonedas y ha escrito sobre finanzas regenerativas. Él describe al típico “regen” como un seguidor de Ethereum que “está intentando construir infraestructura duradera” y que suele enfocarse en “proyectos respetuosos con el clima”. De todas maneras, tanto Owocki como Alzuru se apresuran a aclarar que el alcance de las ReFi va más allá del medio ambiente y la sustentabilidad.

El libro Greenpilled incluye prólogos y respaldos de grandes protagonistas del sector como Vitalik Buterin, Glen Weyl —de RadicalXChange, una organización sin fines de lucro que lucha por reformas políticas y económicas— y Balaji Srinivasan de Network State, quien en el libro ofrece esta encapsulación de la economía regenerativa de las criptomonedas: “Así como la energía renovable es una variación de la energía nuclear, esto ayuda a hacer que las criptomonedas sean sostenibles. No es un juego de suma cero ni un hackeo de suma negativa. Es la creación de riqueza de suma positiva”.

Pero estas son todas teorías abstractas. Entonces, ¿cómo se ve en la realidad? Se podría decir que el proyecto ReFi más consecuente hasta la fecha es Gitcoin, lanzado en 2017 antes de que exista el término, que afirma haber otorgado US$72 millones en financiamiento a más de 3000 proyectos de código abierto. Algunos de estos eran pequeños proyectos semilla que se convirtieron en gigantes como UniSwap y Yearn.

También está Regen Network, un marketplace basado en la blockchain que hace cosas como tokenizar créditos de carbono. O Giveth, que se describe a sí mismo como “el futuro de dar” y permite que las personas donen criptomonedas a proyectos como experimentos con ingreso básico universal, ofrezcan material escolar a los niños y “reubiquen iraníes de la Web3”.

Estos son solo algunos ejemplos. TheReFiDAO compartió algunos más en un reciente posteo de blog que alegremente calificó al 2022 como “El año de las finanzas regenerativas”. Por su parte, Owocki destacó otros en un ensayo para CoinDesk y espera que 2023 sea el año de la economía regenerativa de las criptomonedas.

Regen se entrelaza en los conceptos de la financiación cuadrática —desarrollada, en parte, por Glen Weyl y Vitalik Butarin como una forma más eficaz para determinar qué proyectos deberían tener prioridad—, el Estado de la Red (puedes leer mi última profundización) y un poco de optimismo. Pensemos en los “Solar Punks”.

Manuel Alzuru es un Solar Punk y lo describe como una forma de optimismo tecnológico. “Sufro mucho con mi gobierno. Pero no quiero ser una víctima. No quiero vivir con miedo. Yo elijo no vivir con miedo. Elijo vivir con amor. Y muchas de las personas que se consideran Solar Punks tienen valores parecidos”.

¿Conoces esas representaciones gráficas de ciudades futuristas con autos que vuelan y una exuberante vegetación alrededor de los edificios? Eso es Solar Punk. Y, luego, Alzuru me vuelve a sorprender: “Para ser honesto, ya no me gusta la etiqueta”, dice, dada la especie de rivalidad con los Lunar Punks. Dylan-Ennis escribió un artículo explicativo para CoinDesk sobre la diferencia entre Solarpunk y Lunarpunk, y Owocki lo analizó en detalle en su pódcast GreenPill.

Pero incluso el optimista Alzuru reconoce que las ReFi se vieron perjudicadas por el invierno cripto. Durante el mercado bajista, “la financiación fue terrible para los proyectos regenerativos. Terrible”, comentó Alzuru. Y agregó que las tesorerías de muchos proyectos ReFi se habían reducido, que DoinGud se vio obligado a recortar su equipo y que, “básicamente, todos estamos intentando sobrevivir al mercado bajista”.

Owocki está de acuerdo con que la financiación se desaceleró, pero considera que el invierno cripto es una especie de “reducción de manada”, o incluso una forma de selección natural, donde es probable que los proyectos que son más aptos para sobrevivir se conviertan en las “especies cruciales” para el futuro. En otras palabras, los donantes son “más selectivos”, aseguró.

Dylan-Ennis también considera que el mercado bajista es una bendición para las ReFi. “El invierno cripto juega a su favor”, afirmó. “Intensifica su mensaje de que estaremos atrapados en estos ciclos de cuatro años [de auges y caídas de precios] para siempre, a menos que podamos romper la cultura, y eso implicará la introducción de algún tipo de filosofía”.

Y ahora parece que la filosofía está ganando seguidores. “El movimiento seguirá adelante, eso seguro”, expresó Alzuru, quien todavía piensa en esos papelitos que pegaba la gente que quería ayudar. “Se está produciendo un despertar social. Este es solo el principio”.

Este artículo fue traducido por Natalia Paulovsky.